Y comenzamos...

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Como sea, esto lo escribi durante mi práctica profesional el segundo semestre del 2005, cuando me vi violentado por el notable interes y unión del grupete de curso que me toco como jefatura... en fin... la idea es ir escribiendo algo interesante... pero por ahora confórmese con esto.

"Me preocupa"
En verdad este último tiempo siento que algo cambió en mi y no se muy bien que es, (en realidad creo que lo se, es ser consecuente con mi profesión, pero no estoy claro) pero constantemente tengo el indeclinable deseo de ser una mejor persona. En cosas simples. En sonreírle a la señora de la panadería y darle las gracias cuando me entrega el cambio. En saludar por cualquier cosa y en cualquier parte, En escuchar al chofer del coleto y darme cuenta que todo el mundo tiene historias increíbles. En nunca perder la perspectiva que todos quienes te rodean son personas. Nacieron, de una forma u otra tiene su familia y hacen algo distinto. Y es tan simple. Suena tan prefabricado, pero es tan simple.
Salir de ese metro cuadrado en que creía que vivía, de "mis" problemas, "mi" estudio, "mis" amigos, mi gente, mi mi mi mi mi mi o mejor dicho… yo y mi súper yo, o como lo diría un cefalópodo amigote, el famoso “yoyoismo despótico ilustrado” (aunque de ilustrado no creo, notoriamente nos falta para serlo) salir de mi metro cuadrado, que parece que lo posee a uno en tantos minutos y sientes que todo se va al abismo y no tienes el control. Sin embargo el control está en el lugar más simple: no hagas lo que te va a estropear la existencia y pon como fin último lo que realmente te parezca un objetivo. Y nunca lo sueltes. Por más miserable que te parezca la circunstancia actual, aferrarse con toda tu existencia a ese fin último... puede ser tu hijo, tu trabajo, tu estudio, Dios, el diablo, la música, la literatura, el computador, el body, la física, la biología, el baile, ... que se yo. Y así empecé a mirar a mí alrededor y sorprenderme de muchas cosas. De cosas a las que les tenía miedo y... no existen. Les tengo miedo a los ratones, (aun me recuerdo como sufrí en el laboratorio de fisiología y ese maldito rechinido de esos roedores…puaj!) Y siempre pensaba que había ratones en todas partes, sin embargo, no he visto uno en largo tiempo. Entonces me fijé que me estaba inventando situaciones para tener miedo. Y me fijo que mucha gente está en la misma situación que yo y no sabe porque. Preguntarle a un amigo "Oye y ¿porque te casaste por la iglesia si te importa nada ir a misa y todo eso?" y que me diga "La verdad... no se". Y ahí me empecé a preocupar.
Preocupar por notar cosas que no tienen sentido y que todos las siguen haciendo como un sicótico ritual de infelicidad social.
Conversar sobre las próximas elecciones y que varios de los presentes coincidan que Joaquín Lavín les parece tonto, sin embargo, votarán por él. Al preguntarles si no les importa que el Opus Dei llegue al gobierno, todos espantados dijeron "Chuta, no, son súper extremistas y que se yo", sin embargo aún mantenían su voto.
Entonces uno empieza a captar que hay cosas pre-concebidas que uno hace por no pensar. Y no es que yo piense mucho ni nada, todos tenemos la capacidad de pensar y es gratis. Pero es ahí el asunto, somos todas unas hormigas que seguimos la hilera hacia algún lado.
Por ejemplo, tomar conciencia que el poder lo tiene poca gente, pero la gente que lo tiene no tiene idea para que lo quería. Que "el éxito" está medido en una balanza terrible de rara en “nuestra” sociedad, ser el niño top ejemplo de rebeldía, “te está yendo bien", salir en la tele o ser “famoso” es que "te está yendo bien", ganar plata es que está todo bien, sacarte megahiperespectaculares notas y que vas a tener un estupendo NEM, aunque no sepas donde estas parado, o sea... materia pasada, materia olvidada…mmm ¿Está todo bien?
Y no. Porque el empresario que llegó arriba y puede comprarse un diario o un canal de TV; lo hace, sin ningún verdadero amor por lo que hace. Simplemente se hace porque es un buen negocio. Y luego de que se hace, en vez de intentar hacerlo mejor, se intenta hacer lo que ya funcionó. Entonces todos van a la fiesta que "tienen que ir", tienen el trabajo que "tienen" que tener, hacen lo que se supone que uno "tiene" que hacer. No tienen un hijo hasta que "pueden" tenerlo, le creen ciegamente a términos rarísimo e inexistentes como "La opinión pública" (¿Quien es la opinión pública? ¿Que es el que dirán?) Y siguen religiones en las que muchas veces ni siquiera creen. El auto, la casa, la mujer, los hijos, todo puede ser un tremendo sin sentido si no hay nada que lo sustente como tal.
Y así parece que va la cosa. En que nadie hace lo que realmente quiere hacer, si no lo que "tiene" que hacer y eso es tremendamente preocupante. Lo peor es que no conozco la solución a esto y pese a que intento hacer todo lo que creo por un motivo u otro que está al alcance de las manos, me parece poquísimo. Muy poco.
Y así termina todo el mundo volviendo a cometer los mismos errores de la generación anterior. Y lo que es peor, creo que aunque tomé conciencia de algo tan simple como todo esto, aún así a veces lo sigo haciendo.
Porque desgraciadamente hay trancas que se traspasan y ahí quedaste con tu rollo, en una tranca que ni siquiera era tuya, pero heredaste. De los que estuvieron antes, la sociedad, de los papás, de todos los organismos que te dijeron más o menos que creen ellos que te puede hacer feliz, pero cotizando poco el hecho de que tal vez no les encuentre razón y se produzca un debate, que es a lo que más se teme.
¿Entienden? Es como el nunca jamás salir de la Matrix. Ni en broma…eso es…
Y todo esto me tiene súper preocupado. Y aun más el deterioro de nuestro entorno, y de los niveles de violencia, o del irrespeto hacia todo lo que “YO” encuentre malo, De verdad. Más que mis propias preocupaciones por lo que hago… cual será la solución…. Creo que no la tengo, pero espero poder contribuir a despertar un poco de la siesta mental eterna en la que están los demás y en la que estuve hasta antes de notar todo esto.